Es un viaje desde nuestro interior al encuentro con el Dios de la historia. Un vuelo hacia la libertad que nos dispone a las opciones fundamentales de la vida. El desafío es llegar al centro del castillo, a la interioridad y salir, por las obras, al amor del prójimo. A través de pequeños encuentros. Llamados a entrar en el conocimiento propio. Es necesario considerar nuestra alma como un castillo hecho de diamante o muy claro cristal… Y en el centro y mitad de ellas lo principal.
Acompañamos con la oración que nos une a todos los jóvenes del colegio que se encuentran en el retiro espiritual:
Padre nuestroQue estás en el cielo,
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino
Hágase tu voluntad,
En la tierra como en el cielo
El pan nuestro de cada día
Danos hoy y perdona nuestras ofensas
Como nosotros perdonamos
A los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación,
Líbranos del mal.
Amén
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