viernes, 5 de diciembre de 2014

Reflexión sobre la violencia

El sol y el viento discutían sobre cuál de dos era más fuerte.
La discusión fue larga, porque ninguno de los dos quería ceder.
Viendo que por el camino avanzaba un hombre, acordaron en probar sus fuerzas desarrollándolas contra él.
-Vas a ver- dijo el viento- como con sólo echarme sobre ese hombre, desgarro sus vestiduras.
Y comenzó a soplar cuanto podía. Pero cuanto más esfuerzos hacían, el hombre más oprimía su capa, gruñendo contra el viento, y seguía caminando.
El viento encolerizado, descargó lluvia y nieve, pero el hombre no se detuvo y más cerraba su capa. Comprendió el viento que no era posible arrancarle la capa.
Sonrió el Sol mostrándose entre dos nubes, recalentó la tierra y el pobre hombre, que se regocijaba con aquel dulce calor, se quitó la capa y se la puso sobre el hombro.
-Ya ves- le dijo el Sol al Viento- como con la bondad se consigue más que con la violencia.

Autor: León Tolstoi
El amor no admite Violencia

Jesús dice a sus discípulos: «Amaos los unos a los otros como yo os he amado» (Jn13, 34).

Entonces: 
2196 En respuesta a la pregunta que le hacen sobre cuál es el primero de los mandamientos, Jesús responde: «El primero es: “Escucha Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. El segundo es: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No existe otro mandamiento mayor que éstos» (Mc 12, 29-31). 
El apóstol san Pablo lo recuerda: «El que ama al prójimo ha cumplido la ley. En efecto, lo de: no adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás y todos los demás preceptos, se resumen en esta fórmula: amarás a tu prójimo como a ti mismo. La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud» (Rm 13, 8-10).
                                                                            Conclusión
Los seres humanos deberíamos pensar profundamente acerca de nuestras acciones.
Utilizamos la violencia, la ironía, la agresividad, la sorna y la burla para tratar de lograr nuestros objetivos. Pero no nos damos cuenta de que, la mayoría de las veces, con esos métodos, son más difíciles de alcanzarlos. Siempre una sonrisa puede lograr mucho más que el más fuerte de los gritos.  Entonces tratemos a nuestros semejantes de la misma manera en la que nos gustaría ser tratados... Así veremos que todo será mejor... Que el mundo será mejor... Que la vida será mejor...